El ensimismado quemador de pipas.
Tengo la mala costumbre de cogerla entre el indice y pulgar por la parte de madera que toca a la boquilla; especialmente por su forma y tamaño.
Al final de la fumada, noté un seco y afrutado sabor de raíz de brezo. Me hizo gracia pensar que me estaba fumando la pipa misma... hasta que, casi instantáneamente, consideré que la estaba quemando. Efectivamente, quemaba al tacto y debajo le apareció una característica mancha negra.
De hecho, la fumada me pareció harmoniosa, imaginando conversaciones y encajada entra la visión de alineados aerogeneradores en el horizonte y la audición de lo que me cantaba un transistor Sony RP-D7000.
Pero, el dialogo con la pipa no es completo sin el tacto; la temperatura de la cazoleta debía ser alta pese a que el humo no me parecía caliente.
Supongo que la clave del error, a aparte de no cogerla correctamente, también se debió a apretar mucho el primer pellizco de tabaco.
Notas:
http://www.pipasbruken.com/
0 Comments:
Publicar un comentario
<< Home