Gracias! Después de enlazar el vídeo, pensé que quizás es excesivamente dramático (bueno, es teatral, es un spot...). Después, impulsado por una extraña curiosidad, llamé a los perros; Coco, Pequeña, Trapo y Enano, casi pensando... bueno, igual los cánidos son más buena gente que los homínidos... XD.
Pero, bueno... eso, que la realidad, en ocasiones supera la ficción.
El neocortex no ayuda precisamente a tener sentimientos más claros, todo lo contrario. Quizás el afecto del perro por el hombre y viceversa sea de la misma naturaleza, el esencial.
Tal vez el humano esté disociado, en lo que siente y en lo que es capaz de decir que siente. Es decir; no creo que podamos querer más -verdaderamente- que algunos animales.
4 Comments:
Me recuerda al perro de Edimburgo, al que le erigieron una estatua por su fidelidad absoluta.
http://sobreescocia.com/2009/07/21/bobby-el-perro-mas-famoso-de-edimburgo/
Gracias! Después de enlazar el vídeo, pensé que quizás es excesivamente dramático (bueno, es teatral, es un spot...). Después, impulsado por una extraña curiosidad, llamé a los perros; Coco, Pequeña, Trapo y Enano, casi pensando... bueno, igual los cánidos son más buena gente que los homínidos... XD.
Pero, bueno... eso, que la realidad, en ocasiones supera la ficción.
Yo lo que creo es que los perros tienen mucho más claros sus sentimientos. Si aman, aman. Si están enfadados, están enfadados. Si odian, pues odian.
Parece que a nosotros el lenguaje nos llevó a perdernos en el bosque de la ambigüedad.
El neocortex no ayuda precisamente a tener sentimientos más claros, todo lo contrario. Quizás el afecto del perro por el hombre y viceversa sea de la misma naturaleza, el esencial.
Tal vez el humano esté disociado, en lo que siente y en lo que es capaz de decir que siente. Es decir; no creo que podamos querer más -verdaderamente- que algunos animales.
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