viernes, agosto 24, 2007

Un germen de ensayo sobre las inhibiciones humanas.

Frente a la propuesta de la “Tabula Rasa” que defiende que la mente humana esta en blanco al nacer y que toda su estructura proviene de las impresiones de los sentidos, otros autores creen, que bien al contrario, los humanos somos los animales que disponemos de más instintos. Estos se articularían entre ellos de forma combinatoria dando lugar a la amplitud de comportamientos que manifestamos. Para aclarar y redondear la idea (que no pasa de ser una intuición), toda posible conducta humana, ha de tener una suerte de preinstalación. Un ejemplo: Un ordenador lo podrá usted utilizar de equipo de audio o de video, o como calculadora, si instala los programas adecuados, pero nunca lo podrá utilizar como una plancha o como una hormigonera. Ahora, haga una analogía referenciada al cerebro humano.

Desde un punto de vista etológico, muchos animales "desarrollan armas", que pueden resultar peligrosas para sus congeneres: el pico de los cuervos o las fauces de los lobos, desarrollan al mismo tiempo poderosas inhibiciones que permiten que la especie no se autoaniquile (K. Lorenz, explica como al acercar su ojo al pico de un córbido este desvía su cabeza de forma “escapista”. Cosa que evita que la mayoría de cuervos terminen ciegos).

Quien haya oído hablar de la conducta de los chimpancés, conocerá de su llamada “Inteligencia maquiavélica”, estos utilizan sus capacidades intelectivas superiores en las relaciones de grupo, y de hecho es su principal medio de supervivencia (tanto el grupo como su mente). Nosotros los Sapiens Spp. Tenemos una cabeza tres veces más gorda, si realmente tuviéramos la misma “mala leche” que los monos, sin ningún tipo de inhibición, ya no estaría usted leyendo esto. Tal vez, sea esa la razón que subyace en muchos problemas mentales. Tal vez no son tales, en el sentido actual y popular de la expresión, sino inhibiciones a la altura de una computadora biológica autoconsciente.

Igual que no podemos comparar nuestro comportamiento de base al de un cuervo o al de un chimpancé, tampoco podemos comparar nuestras inhibiciones con las de ellos (aunque, creo, que las complejas inhibiciones humanas no se contemplan en nungun marco de tipo biológico, tal vez sólo desde concepciones casi filosóficas de corte psicoanalítico –psicodinámico-, pero, bueno, tampoc lo se de cierto.).

Discúlpenme ustedes por el desorden, la heterodoxia y todos los descuidos que encuentren, pero como decía en el título, esto no son más que unos apuntes.

Glosario:

Etología.

Psicoanalísis.

Inhibición.

"Tabula Rasa"